¡Las empresas lo odian! Hombre se autoemplea y encuentra una manera de ganar $500,000 dólares mensuales trabajando sólo 3 horas por semana y usando un técnica de vida muy simple…

 

¿Cuántas veces has visto estos anuncios obviamente fraudulentos? Y a pesar de que por naturaleza lucen perfectamente poco realistas, hay que reconocer que en lo más profundo de nuestro interior surgen unos piquetes de curiosidad que te dicen por ahí como una voz muy silenciosa pero que genera desconcentración: “y ¿qué pasa si es cierto?”

 

La búsqueda de la eficiencia es común para todos los vendedores y empresarios. Cada uno de nosotros quiere lograr más y, por supuesto, desea hacerlo más rápido y de una manera mucho más eficiente. La verdad es que existen varios caminos que conducen a este objetivo: algunos podrían decir que es todo sobre la subcontratación, otros indicarán que la optimización del proceso es la mejoría más importante, y el resto apuntará, digamos, a la automatización de la gran mayoría de sus tareas.

 

El mundo de hoy desafía a los vendedores todos los días. Después de todo, la invención más grande de nuestro tiempo -el Internet-, es el responsable del nuevo ambiente que se ha generado para las ventas y el marketing, así como para el surgimiento de un cambio importante en el comportamiento de los clientes. La omnipotente “world wide web” con todos los dispositivos conectados logró construir un camino a nuestra vida cotidiana. Transmitimos muchas de nuestras actividades diarias (sociales, artísticas, profesionales) al mundo digital, y ambas capas se mezclan físicamente y virtualmente y se complementan hasta el punto en que ya no se puede diferenciar una de la otra.

 

Se sabe por un tiempo, que las ventas siguen a los clientes. Los grandes expertos en ventas olfatearon enseguida que la aldea global ofrece más de lo que parece: hasta el momento en que Internet se convirtió en el bien común, sólo tenían un pequeño pedazo de nuestro planeta, mientras que hoy pueden ponerse en contacto sin esfuerzo con personas de todo el mundo.

 

Por otro lado, mientras caminamos por las calles de ladrillos digitales dejamos toneladas de las llamadas huellas digitales. Y esa es la diferencia básica entre el proceso de ventas en línea y fuera de línea, esas huellas pueden rastrearse con múltiples métodos, desde las cookies hasta los píxeles de monitorización. Cada uno de ellos construye un cuadro más grande llamado lenguaje corporal digital. Y a pesar de su tamaño, los restos de datos pueden ser muy pequeños, casi como la miga de pan dejada en un gran bosque, pero su fuerza reside en su número. La cantidad es enorme e imposible de procesar para el marketero o el vendedor que está ahí sentado en la oficina procesando toda esa información que requiere de algo más, una ayuda o herramienta que le permita manejar con éxito esta información.

 

Sin embargo, el acceso de información común es una espada de doble filo. El consumidor moderno puede comprobar cada pieza de información en cualquier momento con el teléfono inteligente. Es el consumidor quien es perseguido por los productores, no al revés, por lo que es el que puede dictar los términos. En cuestiones simples, las empresas no pueden permitirse el lujo de desperdiciar los preciosos datos, dejando que sea tratado con frustración, especialmente cuando los errores cuestan dinero real. Los consumidores que, a pesar de las apariencias, desean intercambiar sus datos de contacto (muy valiosos en el mundo basado en la información) para obtener beneficios tangibles, seguidos del consentimiento del marketing. Aquí entonces sólo hay una captura: si algo, y por algo me refiero a su contenido, se vuelve insoportable y molesto, el consumidor puede prohibir instantáneamente al emisor dado en cualquier canal.

 

Entonces, ¿cómo traducir todos los datos y esas huellas digitales al lenguaje comprensible y cambiar el flujo de datos a favor del éxito de la empresa?

 

Si piensas en ello, el verdadero desafío de todos los marketers es, de hecho, la identificación de las necesidades del consumidor, además de la integración de datos multicanal que dará lugar a la personalización de mensajes de marketing. Algo muy importante de destacar es que estos mensajes deberán ser ajustados al ritmo y recepción de cada usuario de forma individual para que al final todo el proceso de verdad tenga éxito.

 

Y eso es, más o menos, cómo funcionan las plataformas de Marketing Automatizado, para efectos prácticos estas te permiten:

 

  • El seguimiento de las acciones de los usuarios en línea
  • Identificar usuarios
  • Ayudar a dirigir las acciones de marketing a los usuarios individuales, así como a los grupos de ellos
  • Integrar datos de diferentes canales y plataformas,
  • Analizar el comportamiento de los clientes (análisis conductual, transaccional y demográfico)
  • Analizar el marketing y el rendimiento de ventas (éxito de la campaña, tráfico del sitio web, reacciones del público, pruebas A / B, etc.)

 

Y bueno eso es para la teoría. ¿Y en la vida real?